En pleno debate para limitar la presencia de cruceros en Barcelona, que es la apuesta del Ayuntamiento, la compañía MSC ha inaugurado este jueves una nueva terminal. El director de la Autoridad Portuaria de Barcelona, José Alberto Carbonell, ha defendido que esta instalación —que hace un mes que está operativa y ha supuesto una inversión de 50 millones de euros—, “reforzará la imagen de la ciudad a nivel internacional”. Además, será la primera terminal de este tipo de embarcaciones que se conectará al sistema de OPS (suministro de energía en tierra, por sus siglas en inglés) —una fuente de energía renovable que pretende suministrar la electricidad suficiente para el funcionamiento de los buques anclados— en los próximos dos años.
