La Unión Europea apostó muy fuerte cuando en 2022 aprobó sus reglamentos para los mercados y los servicios digitales. Dio entonces luz verde a dos normas en las que se identifica con datos objetivos cuáles son los actores más poderosos del universo digital y les impone una serie de obligaciones para evitar abusos en los mercados y violaciones de derechos fundamentales —o daños sobre colectivos vulnerables, como los menores—. Año y medio después de su entrada en vigor, la normativa empieza a tener efectos en forma de sanciones y órdenes: Bruselas impuso ayer multas a Apple y Meta por valor de 700 millones de euros. A la primera, además, ya la ha forzado en dos ocasiones a introducir cambios en su modelo de negocio.
