“En 2025″, afirma la Estrategia de Acción Exterior del Gobierno hasta el año 2028, “nuestras sociedades asisten a la erosión del orden construido tras la Segunda Guerra Mundial, con un cuestionamiento de las reglas y principios que durante varias décadas han aportado un grado razonable de orden y previsibilidad a las relaciones internacionales”. El documento, aprobado el pasado martes en Consejo de Ministros, y al que ha tenido acceso EL PAÍS, se divide en tres grandes ejes: la necesidad de reforzar la autonomía europea, tanto económica como de defensa; la apuesta por la cooperación al desarrollo y la respuesta ante la emergencia climática; y lo que llaman “resiliencia democrática” en un contexto de alta polarización y con campañas orquestadas para promover discursos de odio y desinformación a escala internacional desde las redes sociales. Estas son las principales propuestas de la hoja de ruta del Gobierno en materia de política exterior:
