La cerveza sin alcohol está prácticamente normalizada en nuestras vidas, y su oferta no para de crecer y de mejorar. El vino sin alcohol… es otra historia. Algunos especialistas se atreven a recomendar tímidamente algunos vinos desalcoholizados más o menos decentes, pero la desconfianza hacia las versiones 0,0 en el universo vinatero es generalizada. Aun así, el consumo de estas variedades crece, y cada vez hay más grandes bodegas que se lanzan a producirlas.
