“Nos dan palizas injustificadas, buscan la forma de sacarte de quicio y siempre nos tratan mal. Somos personas y no nos consideran como tal”. Este es el relato de una de las cincuenta personas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona que han iniciado una huelga de hambre porque consideran que se están violando sus derechos humanos. Denuncian palizas arbitrarias de la policía y malos tratos reiterados. También aseguran que les dan muy poca comida y que están sometidos a un “régimen penitenciario” cuando no han cometido ningún delito. No es la primera vez que los internos se movilizan y se organizan para hacer una protesta coordinada en el CIE.
