Un centenar de policías federales belgas han registrado este jueves las oficinas de la sede del gigante tecnológico chino Huawei en Bruselas, así como los domicilios de varios de sus lobistas, algunos de los cuales permanecen detenidos, sospechosos de haber participado en un presunto caso de corrupción de actuales y antiguos eurodiputados. El caso apunta a un posible nuevo escándalo en la sede legislativa europea dos años después de la sacudida que supuso el caso Qatargate, una trama de presuntos sobornos de países como Qatar o Marruecos que implicó a varios legisladores europeos y que sigue en manos de la justicia belga.
