
Las obras para la ampliación de la línea 11 de metro de Madrid han destapado un importante hallazgo arqueológico escondido en el subsuelo: los restos del Real Canal del Manzanares, una obra del siglo XVIII que se utilizó como vía de transporte de mercancías hasta el mar, y que quedó en desuso con la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX. El hallazgo se encuentra en la zona donde se ubicará la futura estación de metro de Madrid Río, una de las dos de nueva construcción (junto a la de Comillas) que vendrán a sumarse al nuevo recorrido de la línea 11, con un total de 20 estaciones, cuyas obras terminarán entre finales de 2027 y principios de 2028. Un grupo de arqueólogos está recogiendo, analizando y clasificando toda la información posible acerca del descubrimiento del Real Canal del Manzanares con el objetivo de musealizar el material en la propia estación de Madrid Río ―como ya se ha hecho en otras en las que se han encontrado restos arqueológicos― ya que debido a las obras estos no se podrán conservar.
