El magnate Ricardo Salinas Pliego, uno de los hombres más ricos de México y rostro del naciente ultraderechismo en el país, se ha anotado otro tanto en su estrategia legal para retrasar resoluciones de la Suprema Corte que podrían afectar sus negocios. El empresario, cabeza de Grupo Salinas, ha conseguido que el Alto Tribunal excuse de la votación de un amparo a la ministra Lenia Batres, muy alineada al oficialismo. La jueza, que está en plena campaña para la elección judicial de junio próximo, ha servido en charola de plata los elementos que justificaron su exclusión: un cúmulo de publicaciones en X en las que, desde 2014, ha mostrado su animadversión hacia el magnate, al que ha calificado de “miserable”. El Supremo ha considerado que esas expresiones constatan su falta de objetividad y “enemistad manifiesta” hacia una de las partes del conflicto, razones que la ley establece como impedimentos para que un togado pueda pronunciarse sobre un caso. Este jueves, la presidenta, Claudia Sheinbaum, ha criticado la exclusión de Batres y ha afirmado que “ninguno [de los ministros] tiene un juicio objetivo”.
