El Horno San Bartolomé elabora decenas de variedades de pan al año, pero hay una que parece una especie de condena para su máximo responsable, Jesús Machí. A este inquieto panadero valenciano le gustaría dejar de venderla y hacer sitio para nuevos inventos, pero tiene tanto éxito que no puede. Ya lo intentó una vez, y la clientela amenazó con sublevarse: el pueblo quiere su pan de calabaza.
