Son las 13.20 horas y Gabriela y Lorena, dos amigas de 20 años residentes en Barcelona, llevan más de hora y media de cola en el puesto de la FNAC del Triangle de plaza Catalunya.”Tenemos el número 220, esperamos llegar”, dice Gabriela, colombiana y afincada en la capital catalana desde septiembre. Gabriela sostiene Todo lo que nunca fuimos (Planeta, 2019). No es una novedad editorial, pero esta joven ya acumula en casa otras novelas firmadas por Alice Kellen, la autora que más personas ha congregado ininterrumpidamente en el mismo punto, sin saltar de carpa, en la mañana de Sant Jordi. La organización ha repartido 270 números para que esta escritora valenciana de novela romántica juvenil firme sin descanso durante tres horas. De media, se ha calculado que dedicará un libro por cada minuto y medio. Muchos se han quedado sin posibilidad de conseguirlo. “Ya estoy acostumbrada a hacer cola por ella, cuando estuvo en Bogotá también fui a verla”, dice Gabriela, que ya ha leído seis de sus quince novelas publicadas. No es la única autora de romántica a la que sigue, porque en este género las lectoras ni son exclusivas ni monógamas. “Leo a muchas, mi favorita es Joana Marcus, pero de Kellen me gusta que los personajes masculinos no son de relleno, tienen profundidad”, defiende sobre una escritora que en realidad se llama Silvia Hervás y que fue la autora que más libros vendió en 2022, alcanzando la cifra de los dos millones de ejemplares despachados en España.
