El papa Francisco tiene 88 años, cumplidos en diciembre pasado, lleva un mes en el hospital Gemelli de Roma con una neumonía bilateral y, aunque ha estado en situación crítica, parece que ha superado lo peor y está en vías de recuperación. Sin embargo, hay muchas preguntas sobre la mesa, dada su edad, su fragilidad y, sobre todo, el precedente de la renuncia de Benedicto XVI, que en 2013 dejó el cargo al considerar que no se encontraba en condiciones de seguir. Ni el Pontífice ni la Iglesia creen en esa opción, salvo en caso extremo. Francisco es ya el Papa más anciano desde León XIII, que falleció en 1903 con 93 años. Su hospitalización es la más larga de un Pontífice tras los 55 días de Juan Pablo II en 1981.
