El hallazgo de un centro de entrenamiento y exterminio del crimen organizado en Teuchitlán, Jalisco, ha desatado una avalancha de críticas que recaen en los gobiernos estatal y federal. Los acontecimientos han llevado a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) a alzar la voz y a sugerir el ocultamiento de cifras por parte del Gobierno. La presidenta, Claudia Sheinbaum, ha sacado pecho por su Administración y ha sostenido que la instancia eclesiástica ha presentado cifras erróneas sobre la desaparición de personas. “Vamos a estar informando, pero el Episcopado no tiene la información correcta. Con gusto le pedimos a la secretaria de Gobernación [Rosa Icela Rodríguez] que entre en contacto con ellos para explicarles que no es así”, replicó la mandataria este jueves en su conferencia matutina. Los matices políticos del tema han sido descartados por la presidenta mexicana, que ha sostenido que las pesquisas y los peritajes permitirán el deslinde de responsabilidades sobre lo que realmente ocurrió en el rancho Izaguirre y ha descartado que se trate de un asunto político.
