Esta vez el autobús del Atlético de Madrid no atravesó un pasillo nublado por pirotecnia rojiblanca. El recibimiento fue algo más animoso que un partido cualquiera de Liga, pese a que la cita ponía en juego la presencia en la final de Copa del próximo 26 de abril en Sevilla. El Atlético no estará, penalizado entre otras razones por una propuesta timorata en el primer tiempo, corregida sin más remedio en el segundo por el técnico. “Nos faltó empezar el primer tiempo como el segundo. En el segundo hicimos un partidazo, jugamos desde atrás. El primer tiempo no lo jugamos”, se lamentó el capitán Giménez.
