Hace dos semanas, mi madre falleció de repente. Mi padre murió hace años. Mi hermano y yo nos encontramos de golpe con un duro duelo y múltiples gestiones burocráticas que realizar. Para hacerlo, teníamos tres días de permiso. ¿En tres días se realiza un duelo y se pone en orden toda la información necesaria para gestionar el fallecimiento y culminar la sucesión? Mi hermano es médico internista; su mujer trabaja en paliativos. ¿En tres días una persona que carga con el luto de la muerte de un progenitor es capaz de tratar a sus pacientes terminales? Lo mismo el resto: ¿en tres días estamos todos listos para lidiar con el estrés de entregas y encargos? No entiendo a qué esperan los partidos progresistas para mandar al Congreso una propuesta de baja por fallecimiento de familiares cercanos de uno a cuatro meses, como existen las bajas maternales y paternales. Solo se te mueren los padres una vez en la vida. Y esto debería contemplarlo el Estado.
