
La Semana Santa es una de las festividades más importantes en México, un país que continúa siendo ampliamente católico pese a la disminución de feligreses que se ha registrado en los censos de los últimos años. En 1990, un 89,7% de la población mexicana se identificaba como católica, un porcentaje que bajó a 77,7% en 2020, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Aunque algunos sectores consideran los días de la celebración cristiana que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo como jornadas de asueto obligatorio, la ley del país no los marca como tal.
